EL CEREBRO EMOCIONAL
El mapa cerebral de la emoción
Este sistema emocional de reacción instantánea, casi
reflejo, que parece imponerse a nuestra voluntad consciente, está bien guardado
en las capas más profundas del cerebro. Su base de operaciones se encuentra en
lo que los neurólogos conocen como sistema límbico, compuesto a su vez por la
amígdala, que se podría definir como el asiento de toda pasión, y el hipocampo.
Allí surgen las emociones de placer, disgusto, ira, miedo, y se guardan los
"recuerdos emocionales" asociados con ellos.
Ira , Miedo, Felicidad, Amor, Sorpresa, Disgusto, Tristeza
El centinela emocional
El punto de vista convencional en neurología ha sido que
el ojo, el oído y otros órganos sensoriales transmiten señales al tálamo, y de
ahí a zonas de la neocorteza de procesamiento sensorial, donde las señales se
unen formando objetos a medida que las percibimos. Las señales son clasificadas
con el fin de encontrar significados de manera tal que el cerebro reconozca qué
es cada objeto y qué significa su presencia. La antigua teoría sostiene que a
partir de la neocorteza las señales son enviadas al cerebro límbico, y de allí
la respuesta apropiada se difunde por el cerebro y el resto del cuerpo. Así es
como funciona la mayor parte del tiempo, pero LeDoux descubrió un conjunto más
pequeño de neuronas que conduce directamente desde el tálamo hasta la amígdala,
además de aquellos que recorren la vía más larga de neuronas a la corteza. Esta
vía más pequeña y más corta -una especie de callejón nervioso- permite a la
amígdala recibir algunas entradas directas de los sentidos y comenzar una
respuesta antes de que queden plenamente registradas por la neocorteza.